En el corazón de Asturias, La Barreda es más que una finca; es el fruto del trabajo, la dedicación y el amor por la tierra de Celia y Diego, junto a su familia. Lo que comenzó como un pequeño terreno ha florecido en un rincón lleno de vida, tradición y sabores auténticos.
Guiados por las valiosas enseñanzas de sus padres, Celia y Diego comenzaron su camino cultivando las emblemáticas fabes asturianas. Cada semilla que plantan lleva consigo el esmero y la dedicación que solo una familia unida puede ofrecer. Su compromiso con la calidad y el respeto por la naturaleza se refleja en cada cosecha.
Como cultivadores apasionados de las Fabes Asturianas, se enorgullecen contar con la certificación de Indicación Geográfica Protegida. Esta distinción garantiza que sus fabas son de la variedad auténticas Fabes Asturianas, cultivadas, cosechadas y envasadas en el Principado de Asturias. Cada etapa de nuestro proceso, desde la siembra hasta la cosecha, cumple rigurosamente con los estándares establecidos por su Consejo Regulador.